Colaboración educativa entre el Programa ICEC-UTA y la residencia Alonso Sánchez del SENAME para un acercamiento a la indagación científica

A raíz de las problemáticas con relación a la educación y lo que ha significado la enseñanza durante la pandemia actual de COVID-19, son varios los desafíos y estrategias que se plantean diariamente con el fin de lograr un aprendizaje significativo por parte de la comunidad estudiantil más vulnerable y, asimismo, abordar los objetivos del currículo vigente propuestos por el MINEDUC. Por esta razón, el equipo ICEC-UTA, perteneciente al Programa de Indagación Científica para la Educación en Ciencias (ICEC) del Ministerio de Educación, da origen a una propuesta educativa a modo de colaboración, con una serie de actividades didácticas dentro de las dependencias de la residencia masculina Alonso Sánchez del SENAME, Arica.

En ese ámbito, el equipo ICEC se encarga de articular esta propuesta ya que existe un interés por contribuir a la alfabetización en ciencias y desarrollar el pensamiento crítico-científico. Por otro lado, destacan que esta iniciativa es fruto de un arduo trabajo multidisciplinar elaborado hace meses en conjunto con la Universidad de Tarapacá con el único propósito de acercar a los jóvenes a las ciencias naturales y que, por medio esta disciplina, puedan formular preguntas y respuestas acerca de su entorno. «La finalidad sería poder acortar las brechas de aprendizaje que han surgido bajo el contexto de pandemia», expresa el equipo ICEC-UTA. Para Pablo González, director regional de Sename Arica y Parinacota el propósito de estas intervenciones, clases y charlas tienen como sentido no sólo el aprender del niño, niña o adolescente, sino que también su preparación para la vida independiente, generando habilidades que son de suma importancia para generar aprendizajes y resoluciones de conflictos a temprana y mediana edad”, comentó.

Las actividades van dirigidas a jóvenes de entre 13 a 17 años de edad, quienes poseen distintos niveles de escolaridad, razón por la cual las actividades se basan principalmente en el currículo correspondiente para cada nivel entregado por el MINEDUC. Este trabajo se realiza cada sábado de manera presencial en la residencia Alonso Sánchez y consta de 5 sesiones de 120 minutos cada una, lo que ha sido posible solamente bajo estrictas medidas sanitarias según las normas del plan paso a paso. Dentro de los objetivos que se esperan es que los jóvenes desarrollen la motivación suficiente en el aprendizaje de las ciencias y fortalezcan sus propias habilidades de indagación científica. Cabe señalar que las actividades realizadas a la fecha han tenido gran recepción por parte de los jóvenes y los encargados de la residencia masculina Alonso Sánchez, quiénes además han manifestado gran emoción y satisfacción por el considerable compromiso junto con la característica calidad humana que representa al equipo ICEC-UTA.

Referente a esta estrategia de aprendizaje, el equipo espera poder replicar esta iniciativa en otras dependencias o centros del SENAME pertenecientes al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Chile para que, de esta forma, más jóvenes puedan fortalecer sus conocimientos con relación a las ciencias naturales y entender el funcionamiento del entorno que los rodea. Frente a lo anterior, la académica Katherine Acosta, parte del equipo ICEC-UTA hizo referencia al desafío docente que implica esta labor: «Pienso que la articulación ICEC-SENAME es un pequeño espacio en donde nos permitimos demostrar que la indagación científica —sobre todo la educación en ciencias— es un motor para el desarrollo social. Algo muy importante es que cuando los niños aprenden sobre indagación, se sienten incluidos y entusiasmados por aprender. Además, durante el proceso, reconocen que sus opiniones e ideas son muy valiosas lo cual les permite crecer en autoestima y valía. Es un gran desafío, pero con amor hacia el otro todo es posible».

Finalmente, a modo de reflexión, la académica Marlene Morales, coordinadora institucional del Programa ICEC-UTA, expresó de manera muy positiva sus apreciaciones con respecto a la labor desarrollada por su equipo: «Fue una experiencia enriquecedora. Los jóvenes se mostraron interesados y muy participativos en las actividades realizadas sobre temas relacionados con la ciencia, en donde el trabajo colaborativo fue fundamental. Esto no es una experiencia aislada y seguiremos con este apoyo educativo, es propuesta educativa de responsabilidad social, institucional y ministerial. Es una colaboración que atiende a la necesidad de llevar los procesos educativos a sus residencias, y quienes llevamos somos las entidades e instituciones que tenemos el deber de educar. Hemos contribuido al aseguramiento del acceso, respondiendo a la disposición que este Programa nos convoca a nivel nacional, tanto desde el Ministerio de Educación como del Ministerio de Desarrollo Social y Familia.».